El ingeniero Ruperto Long afirmó que “invertir más en Innovación y Desarrollo debe ser una Política de Estado, apoyada por todos los sectores políticos y de la producción”, y realizó un llamado a promover la generación de nuevos empresarios uruguayos, más capacitados y más abiertos a la innovación.
Durante una conferencia realizada el 21 de octubre con motivo del Día de la Construcción, el ex senador, ex Presidente del LATU, actual Ministro del Tribunal de Cuentas, expresó que “en un país en vías de desarrollo, de pequeño porte, como el nuestro, el rol del sector público es esencial. Debe actuar como motivador, como estimulador, como interfase con el mundo, debe “buscar” al sector privado, no esperar a que este venga a golpear a su puerta”. En este sentido, puso como ejemplo la experiencia de Japón, país que en las décadas del sesenta y setenta logró atravesar la barrera del subdesarrollo gracias a su apuesta a la ciencia y la tecnología.
Destacó que la inversión en investigación e innovación en Uruguay es apenas del orden del 0.5%, comparado con el 4% de Israel o más del 3% de Finlandia. Recordó que “tuvimos un pequeño crecimiento con el retorno a la democracia, entre el 85 y el 2000, (creación del INIA, expansión del LATU, actitud más activa de la UDELAR, nuevas Universidades, los Programas Conicyt I y II, la creación delPedeciba, etc.); pero luego quedamos estancados en ese valor desde hace unos cuantos años”. Para Long, se requiere una inversión del 1% como mínimo “para estar en la conversación”.
“Todos soñamos con mejor educación, mejor salud, disponer de mejores ingresos… Pues bien: invirtamos en Investigación e Innovación”, expresó.
Agregó que “en un tiempo en que hemos dispuesto de recursos adicionales, hemos preferidos volcarlos al asistencialismo. Tal vez esto que estoy diciendo no se considere ‘políticamente correcto’, pero –a mi juicio- es la realidad”.
Insistió en la importancia de la innovación, porque es “lo que nos permitirá mantener el crecimiento aun cuando las condiciones coyunturales no sean tan favorables”.
Capacitación
Long explicó que “capacitación no es educación, capacitar es hacer a alguien apto, habilitarlo para algo”.
Expresó que culminar el bachillerato es indispensable en los tiempos que vivimos y destacó laimportancia de los títulos técnicos intermedios. “El desarrollo de un país guarda cierta relación con la matriculación terciaria en carreras técnicas.Por ello es importante estimular el surgimiento de nuevas vocaciones, lo que se procura hacer con centros para niños y jóvenes como el Exploratorium de San Francisco o la Cité des Sciences de París, donde es posible descubrir la ciencia divirtiéndose; es lo que hicimos al crear Espacio Ciencia en el Latu, para que nuestros niños tuvieran otras opciones recreativas y formativas, que no sean solo “El Gusano Loco” o el “Tren Fantasma”.
Según Long, “la capacitación debe guardar relación con la demanda del mercado (lo que a menudo se considera mala palabra)”. Y aseguró que la UDELAR (el mayor instrumento de capacitación que dispone el país), no funciona en forma adecuada, por aspectos legales, de gestión, etc.
Dijo que “formar más y mejores empresarios”es un “factor clave para el desarrollo en el mundo moderno”. Y agregó que “nuestra sociedad sufre un prejuicio ideológico contra emprendedores y empresarios”.
Finalizó advirtiendo que “vivimos en una economía de mercado (algunos aspiramos a una economía social de mercado, en el concepto alemán), y vamos a seguir viviendo en un sistema similar por mucho tiempo, tal vez por siempre: así que dejémonos de querer inventar la rueda cuadrada (¡que no funciona!), y dediquemos tiempo y recursos públicos a promover la generación de nuevos empresariosuruguayos, más capacitados, más abiertos a la innovación, más conocedores del mundo, ese es el gran desafío”.