Por Janet Rudman
El agradable clima del 20 de julio acompañó una sala colmada de público en un maravilloso evento organizado por Combating Antisemitism Movement, y Mario Branmick, Apostol y Presidente de LCI para celebrar la unión entre judíos y cristianos. El orador estrella fue Jimmy Morales, ex Presidente de Guatemala.
Fue una jornada de mucha espiritualidad interreligiosa. Estaban presentes los dirigentes comunitarios de instituciones como el Comité Central Israelita, la Kehilá, la NCi, el KKL, la Comunidad Sefaradí y muchas otras. El Rabino Max Godet y su colega Daniel Dolinsky estaban sentados frente el escenario en el que se cantaron los himnos de Uruguay y de Israel. Se cantaron canciones para mí desconocidas, pero entonadas con entusiasmo por los hermanos evangélicos.
Estuveron presentes Ruperto Long, presidente del Laboratorio Tecnológico del Uruguay, y los diputados Álvaro Dastugue y Pedro Jisdonian.
Hicieron uso de la palabra una larga lista de oradores: Mario Branmick, Apostol y Presidente de LCI, Shay Salomon de Combating Antisemitism Movement, Yosef Levi Sfari de la Embajada de Israel, el vice Ministro de Medio Ambiente Gerardo Amarilla, Ellie Cohanim, que trajo saludos del Congreso Judío Mundial y por último el ex Presidente de Guatemala Jimmy Morales. Se contó con el honor de que estuviera Saúl Gilvich en la lista de oradores, Vice Presidente del Congreso Judío Mundial.
Escuchar en pocos días dos veces hablar a Jimmy Morales es un regalo de Dios. Sentir el amor que profesa por Israel y como lo convirtió en acción, me llena de orgullo como judía. El camino de retorno de la Embajada de Guatemala a Jerusalem no fue sencillo, pero aún contra el consejo de sus asesores se transformó en tarea cumplida. Jimmy Morales habló del derecho de Israel a decidir dónde establecer su capital y comentó que en su país, la capital cambió de lugar varias veces por temas climáticos.
Recordó a los cancilleres de Guatemala, Jorge García Granados y de Uruguay, Enrique Rodríguez Fabregat que fueron muy trascendentes en el reconocimiento del Estado de Israel en 1948.
El público disfrutó del Grupo de danzas israelíes Hatzmait de la NCI y grupo de danzas israelíes Naguia de la Kehilá.
Fue una noche memorable de confraternidad y espiritualidad.
Fuente: Semanario Hebreo